lunes, 15 de septiembre de 2014

No quiero vivir

NO quiero vivir, no.
No quiero vivir y la sangre se amontona en mis ojos
y corre cuerpo abajo, ya nada la detiene.
Y el corazón, asustado, avisa: “¿Qué estás haciendo?”
No tengo respuesta, mi corazón es más sabio
y si él no lo sabe, entonces tiene razón
mi instinto más oscuro, y pongo sobre la mesa
la última creencia: el beso de ayer,
y la promesa imposible de vernos mañana.
Suena la música de Ahmed Kaya,
y mi corazón rueda por las calles de Istambul.
No quiero vivir, no.
Siempre quise que mis cenizas
se fundieran con la aguas del Bósforo,
no será posible. No quiero vivir, no.
Calle abajo, hacia los muelles de Eminönüm,
mi memoria se despide de su infancia.
Subo a Taksim por calles infames,
pero no es el momento...No quiero vivir, no.
La ciudad no tiene pudor y se muestra
en carne viva. Conozco sus rincones.
Pero no quiero vivir, y así lo cuento
en los garitos más infames de Gálata,
y todos comprende mi despedida.
Vuelvo al hotel, y no quiero vivir, no...
y vuelvo a casa con la maleta llena de vacío,
este vacío me cuenta que lo que busco no está tan lejos.
La luz del Bósforo cae hoy sobre Sevilla,
y la misma despedida suena ahora
con su luz dorada: “no quiero vivir, no...”


Tiempos difíciles y hospitales
Sevilla. abril 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario