La noche es transparente, no tiene
sombras,
apenas pesa –como el aire-- ; la
noche
tiene límites borrosos –como la
niebla--.
En ella me pierdo precisamente
porque todo es evidente, todo es claro,
nadie engaña a nadie. Todos vamos a lo
que vamos,
y todos lo sabemos. Salgo de noche,
y las calles a oscuras son tan claras
como la mañana,
están llenas de seres pasajeros, como
yo,
que vivimos sólo a la interperie. Y si
es de noche, mejor.
Somos seres perdidos, amantes del
peligro
y cómplices de mucha ausencia. Mejor
diría: víctimas.
Yo mismo, víctima de esta ausencia
tuya.
Tuya, sí, tuya. Así lo veo
en esta noche limpia que tiene tus
ojos,
y que tanto se parece a tus reproches..
Me acompaña esta noche una soledad
tan intensa que quienes me rodean
pueden sentirla,
como yo siento tu ausencia.
La noche es transparente como tu
olvido,
y se va llenando de seres solitarios
que vagamos
por bares y tugurios si saber de cierto
qué buscamos.
Pero yo sé lo que no encuentro
porque eres tú lo que busco. Y tú no
vives
aquí conmigo, en esta casa llena de
vacío,
ni tus besos apagan este fuego que me
devora,
ni tu risa es lo mejor de la mañana,
ni yo he sido capaz de retenerte a mi
lado...
Tiempos de esperanza
Sevilla, 29 de junio de 2014
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