viernes, 6 de febrero de 2015

Vendo ilusiones como espejos

Vendo ilusiones como espejos,
también tengo sueños y deseos inconfesables,
traigo caricias falsas que parecen besos.
Mira, este abrazo te lo dejo por mucho menos;
y estos labios afilados, que cortarán tu orgullo,
son de regalo.

Tengo en oferta una piel tóxica,
un orgasmo fingido; y todas las lágrimas
que quieras ofrecerme, las conservaré
para la próxima cita que me las pida.

Puedes explorar este sexo de cristal
sin temor, pero tampoco busques dulzura.
Vendo mi tiempo y alquilo carne limpia
pero sin memoria. No ofrezco nada más.
Aparte de eso, pídeme lo que quieras.

Apuraba su copa, y
exponía su carta de servicios.
Escondí mi corazón
entre mi impaciencia y su solvencia.
Veloces ascensores nos llevaban
al desván de los sueños más tórridos.
Era la felicidad definitiva,
el fin de la huida, la amnesia prometida.

Tu sueño lo tengo tasado,
y has pagado un precio muy alto:
ya no podrás olvidarme.


Pepe Garcia Resille
Tiempos felices
Sevilla, 6 febrero 2015


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