martes, 30 de diciembre de 2014

Plazas de la memoria

Plazas olvidadas de la memoria,
abandonadas hace tiempo,
vacías ya de risas y juegos de niños.
Lugares que no habito desde la infancia
se pueblan ahora de recuerdos.
Al contrario que el olvido
el recuerdo vive recuperando el tiempo,
y duele mientras excava.
Calles y plazas vacías,
testigos mudos de abrazos olvidados,
de promesas incumplidas.
Paseo a mis anchas
descubriendo rincones solitarios,
besos robados a la vuelta de la esquina.
El tiempo me acompaña ayer
en sus idas y venidas, asumo mi vacío de hoy
y vuelvo a la nada anterior a mi mismo.


Pepe García Resille
tiempos nuevos
Sevilla, a 30 de diciembre de 2014

domingo, 14 de diciembre de 2014

Herida incandescente

Latidos incendiarios
han abierto una herida incandescente
en esta carne que se derrumba.
Hierve la sangre
mientras el dolor corroe los huesos.

Tímidamente contemplo la calle
desde mi ventana; la tarde se resuelve en lluvia.
Recito en silencio: “Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento”

La lluvia no cesa (como el dolor)
mientras tanto yo cuento los días.


Pepe Garcia Resille
tiempos difíciles
Sevilla, 14 de diciembre de 2014
Nota: los versos entre comillas son de mi adorado Miguel Hernández, poeta extremo, mi maestro.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Yo, inmortal

Yo, inmortal y seguro.
Yo, navegante de años y miseria.
Yo, impecable y elegante.
Yo, invencible contra mi mismo.
Yo, lector de sueños,
soñador de músicas.
Yo, a tus pies.
Yo, recorriendo las calles en ambulancias,
suplicando la muerte en los hospitales.
Yo, inquilino de bibliotecas,
vecino de novelas antiguas.
Yo, a tus pies.
Yo, alto en el dolor de la tarde,
cerrado en el infierno cotidiano.
Yo, viajero y culto,
rendido a la Historia y la Lengua.
Yo, a tus pies.
Yo, sin futuro, sin sed, sin temor,
sin vida.
Yo, a tus pies.
Yo que vuelvo de dolor ancestral,
del dolor del cuerpo que me traiciona.
Yo, a tus pies.
Yo, invencible, inmortal, seguro,
navegante, impecable, soñador,
enfermo, abatido...
Yo, a tus pies.
Ante tí, tanto tiempo después,
te reconozco como mi victoria
porque tú, tú, me sostienes
y mi corazón proclama tu nombre
como el más hermoso epitafio
para este cuerpo que se rinde.
Así sea, compañera.

Pepe Garcia Resille
tiempos difíciles
Sevilla, 12 de diciembre de 2014

jueves, 11 de diciembre de 2014

Vengo de entrerrar mi corazón

Vengo de enterrar mi corazón
en el corazón de la niebla, en el frío,
en un mapa impreciso que tiene los límites de tu olvido.
Entre las manos, palpitante, rojo de angustia,
lo llevé sin misericordia
traicionando tanta lealtad.
foto:ARG
Allí lo dejé, expuesto al viento,
desnudo ante el mundo y sus miserias,
y volví a tí nuevo, pero sin vida.
Aquí me tienes.
Aquí estoy.
Aquí tienes un amante dispuesto
al juego eterno, el único posible.
Pero, un precio altísimo hemos de pagar: esto
que te entrego como amor –tú lo pedías--
es savia que no florece,
no será germen de fruto alguno.
Ni mi voz sonará en tu oido
como un susurro de amante.
Ni mis manos serán cómplices de falsas caricias,
nos amaremos, sí, tanto como quieras,
pero mi corazón no estará contigo,
no dará vida a este encuentro
incluso puede que equivoque tu nombre
en el momento más inoportuno,
cuando tú creas que es mi corazón,
mi entero ser quien sacude tu alma
con un orgasmo que no nos toca, pues es falso.
El desamor tiene estas cosas.
Y yo no he tenido valor suficiente
para decir que ya no te quiero.

Pepe Garcia Resille
Tiempos difíciles
Sevilla, 11 de diciembre de 2014

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Si la muerte no tuviera estos ojos

Si la muerte no tuviera estos ojos,
pensaría que es la primavera en un mal día.
Si no fuera tan fría su mirada,
creería a ciegas que sólo va de ronda
y no le preocupan mis sueños,
ni mi futuro, ni tus abrazos,
ni siquiera yo mismo.
Es difícil no sentir el abismo
ante unos ojos tan implacables,
que me observan con codicia.
Tiene la muerte hoy una mirada dulce,
que saca de la memoria los dias luminosos,
las tardes contigo,
los besos antiguos.
Me dejo observar ante el ojo inclemente
que me señala y me condena.
No importa, bien está así.
Tengo lo que importa: mi vida contigo,
tu abrazo, tu risa y este beso último
que nunca serán olvido mientras
estos huesos mios puedan respirar
y proclamar tu nombre
en todas las esquinas del mundo.
Así sea, compañera.

Pepe garcia resille
tiempos difíciles
Sevilla, 10 de diciembre de 2014

lunes, 8 de diciembre de 2014

vuelvo, no a ti

Vuelvo, no a tí, pero vuelvo
dibujando en el aire
una razón para no encontrarte.
Hay muchas, pero la insistencia de la memoria
no puede con este corazón abierto,
hoy cuando el pasado solo registra tu mejor recuerdo.
Inútil empeño pensar en una ofensa,
un mal gesto. Imposible encontrar
una herida insolente que no quiere cerrar.
Vuelvo, sí, estoy en casa de nuevo:
me recibe el tacto del hogar cerrado
con el mismo aroma que dejaste junto a las llaves.
Estoy en casa, he vuelto,
y el tiempo me sale al encuentro
en el único vestido que olvidaste,
o en aquel perfume que nunca que te pusiste.
He vuelto a casa, y hasta las paredes mi miran de reojo,
soy un intruso donde siempre fuimos felices.
“Los hombres nunca sabéis romper...”
Parece tan vivo aquel comentario,
se vuelve tan real que dudo en quedarme,
no quiero pensar que tenías razón.
Busco razones para culparte,
pero es inútil. “No me necesites”
decías segura de ti misma,
y con todo el amor de que eras capaz
para este idiota que hoy vuelve tarde a casa.

Pepe Garcia Resille
Tiempos de esperanza
Sevilla, ocho de diciembre de 2014

jueves, 4 de diciembre de 2014

Nunca existió la eternidad

foto: JGR
Nunca existió la eternidad
salvo aquella tarde
cuando pusiste tus ojos sobre mí,
por un instante el tiempo
desapareció de todos los calendarios.

Vuelvo, a veces,
a aquel agujero en la piel del tiempo
y me encuentro con tu mirada fija en la memoria,
dulce como entonces, eterna como entonces.

No he olvidado aquel asombro
ni ha terminado aquel instante
puro gozo desde aquella tarde.

Nunca existirá la eternidad
a no ser que tú decidas
cerrar los ojos, y dejar que caiga el mundo
y con él yo también
en un olvido imposible de imaginar.

No me niegues la mirada,
no cierres tus ojos ante este deseo
mio que quiere ser a tu lado eterno.

Pepe García Resille
tiempos de esperanza
Sevilla, 4 de diciembre de 2014

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Por fin tengo el perdón

foto: ARG
Por fin tengo el perdón
que tanto me había negado.
No me debo nada,
aunque estoy en deuda con el mundo.
Una paz extraña inunda mis días
mientras contemplo la vida
con ojos de niño...sin pasado
ni futuro a la vuelta de mañana.
Ya cerré la herida abierta
entre yo mismo y mi mismo.
Honda herida que todavía sangra
pero ya no se me va la vida por ella...
Acepto este dolor oscuro
que doblega mi cuerpo
como un veredicto firme.
Pero vivo en paz en este reducto último,
este corazón mio, ahora perdonado,
que sonríe tímidamente y se alegra
y se expande en este abrazo con la Vida.


pepegarciaresille@gmail.com
tiempos de esperanza
Sevilla, 3 de diciembre de 2014

viernes, 28 de noviembre de 2014

Luz tan ciega

¿Por qué esta luz tan ciega,
por qué esta tarde sin matices?
¿Por qué salgo a la calle bajo sospecha,
es que no viviré mañana?
Foto: A.R.G.
Si el cielo es clemente,
mañana repetiré la misma pregunta,
y me asombrará la tarde igual que hoy.
¿Qué significa este latido
que corre por el pecho
y no sabe salir al aire?
¿Por qué debo cruzar este olvido
entre dos orillas insalvables?
¿Por qué no estás tú al otro lado?
¿Por qué no estás aquí?
Dispuesto vivo cada tarde
a cruzar este silencio que tiene tus ojos,
que suena como tu voz
y respira como tu deseo...
¿Por qué esta orilla no admite viajeros,
si he pagado con creces el peaje?
¿Por qué esta luz tan ciega
y este cielo tan inclemente?


tiempos de esperanza
Sevilla, 28 d noviembre de 2014

lunes, 24 de noviembre de 2014

Mi culpa está aquí

Mi culpa está aquí,
extendida ante tus dudas. Sopesala
con tu paciencia inacabable. Te espero.
Pero mírame a los ojos
mientras dure tu búsqueda.
Mi culpa: un olvido mio,
varias caricias menos,
una voz más alta que otra,
noches que el trabajo no justifica,
varias citas que no te explicas...
Te cuesta creerme y lo comprendo,
por eso estoy aquí expuesto a tu silencio.
No vuelvo de la culpa.
Aquí está mi palabra, mi abrazo al aire,
aquí tienes la única verdad que me sustenta.
Y te pregunto: ¿sabes tú de dónde vengo?
¿Conoces tú mi dolor?
¿Te ha despertado alguna vez
esta súplica absurda que te llama cada noche?
Dime, si vengo de la noche,
¿puedo esperar si no un abrazo,
al menos un silencio cómplice?


tiempos nuevos
Sevilla, 21 de noviembre de 2014


sábado, 22 de noviembre de 2014

Enajenado

Enajenado: vivo en tu vida,
tu tiempo es el mio, tus dias me ocupan
y tu deseo es sangre que me lleva.

Ensimismado, instalado en tí,
en tu quehacer minucioso, en tus palabras,
vivo en tus labios, vivo de ellos.

Me vieron tus ojos y no he vuelto
a habitar donde solía...
No estoy en mis costumbres,
no paseo con los amigos,
olvidé mis sueños... Sin vida
propia, sin deseos que no sean los tuyos...

Pero estoy al fin junto a la puerta
que me abre de tí, la llamada
a la tarde que me espera, y me aleja
de un largo sueño. Maravilloso despertar
hoy con el dolor de la mano,
tu voz en la memoria
y este amor nuestro que sólo pide olvido.


tiempos nuevos
Sevilla, 22 de noviembre de 2014
..

domingo, 16 de noviembre de 2014

El corazón de un hombre

Mi corazón es el de un hombre,
y a veces flaquea y tiembla como un niño.
Estoy ante la Vida, entre la gente,
bajo tu olvido, junto a la muerte codiciosa.
Me tiembla el deseo
y recorro el mundo en tu busca.
No hay pistas, ninguna prueba.
“No estuvo aquí”, me dicen,
“no la hemos visto”. Y sigo buscando.
Este corazón mio es un niño asustado,
se agita, se acelera y se cansa.
Me pregunto si un hombre tiene valor
para hundir la mano en el pecho
y arrancar su corazón. Yo no lo tengo.
Y lo siento latir, y su queja amarga
es el reproche que me pone contra el muro.
Es duro conmigo
porque le hice vivir por encima de la razón
–como le gustaba–, pero va perdiendo la carrera.
La razón se impone, desde lo alto
la cabeza le mira con desprecio
y yo callo y otorgo.
Me pregunto si seré capaz
en estos dias últimos de tenerlo entre mis manos
y vivir de corazón este último abrazo
que la Vida me regala.
No puedo negárselo,
no puedo se tan canalla.

Tiempos nuevos
Sevilla, a 16 de noviembre de 2014

sábado, 15 de noviembre de 2014

No te pido más

Esa luz perdida es lo que te pido hoy.
Aquella luz, no otra cosa.
Podría pedirte besos, abrazos y sexo,
y ternura luego
cuando tu abrazo me proteja de mi mismo.
Pero no quiero todo eso, quiero luz,
porque los dias son más cortos,
y la soledad se ha alojado en casa.
Necesito tu luz,
la misma que abrió mis ojos
y los rescató de aquella ceguera de los veinte años.
No pido palabras amables,
ni tu voz que cura todas las heridas...
No quiero tu cuerpo, no te quiero a ti,
quiero tu luz. Hoy cuando el mundo se disuelve
voy a tu encuentro a tientas,
pero tú eres firme, como siempre
tú eres luz y es lo que busco.
Si alguna vez te amé fue por eso,
y se que es infame este deseo que sale a tu encuentro.
Esa luz, perdida desde que tus ojos dejaron de mirarme,
será mi guia en estos dias oscuros.
No te pido más.


tiempos nuevos
Sevilla, 15 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

La piel del tiempo

Acaricio la piel del tiempo
y la memoria se desnuda ante mis ojos de niño.
De la mano, el tiempo me lleva
a la infancia profunda,
la que ha vigilado mis días desde siempre.
Suave es ahora la piel del tiempo,
tiene también un olor delicado
como el pecho de mi madre.
Allí me encuentro extrañamente
ajeno a un futuro que me desbordará
cuando los años se apoderen de mi vida.
Ahora  un abrazo me salva
de tantos estragos. Allí,
entre sus brazos, me confío al sueño.
Al despertar, el tiempo se muestra
huraño, áspero, intransigente.
Es este ahora, al terminar este recuerdo,
cuando contemplo su cara más oscura.


pepegarciaresille@gmail.com
tiempos de esperanza
Sevilla, 10 de noviembre de 2014

sábado, 1 de noviembre de 2014

Volviste una vez más

Y volviste una vez más; a pesar de todo
cuanto te había dicho: ‘no vuelvas al invierno,
no vuelvas al tiempo ni a la infancia.
Los caminos están cortados’.

Pero no has hecho caso. Por eso
ahora te encuentras con la ceniza,
con el tiempo polvoriento. Te entretienes,
juegas con los recuerdos y no logras recomponerlos.
Desde aquí te llamé, te advertí,
pero has venido.
Ya lo ves, compañera.
¿Ves en mí algo reconocible?
¿Son éstas las mismas manos que acariciaron
y que acariciaste?
¿Son acaso estos labios?
¿Lo son?
Dudas. No me reconoces.
Has vuelto buscando un sueño.

poemas rescatados
En Sevilla

viernes, 31 de octubre de 2014

¿Qué me quedará mañana?

¿Qué me quedará para mañana?

La ciudad espera, abierta en carne viva,
mientras nos entregamos a la noche,
a la deriva de la carne que nos llama.

¿Qué me quedará para mañana,
cuando me ponga la ropa, los zapatos,
una sonrisa pensada y tu ausencia?

¿Cómo saldré mañana a la calle
hablando sin ti pero contigo,
y la gente me vea hablando solo?

¿Qué haré mañana, al despertar,
cuando te llame y no logre respirar sino tu ausencia?

¿Qué haré mañana
cuando ya no pueda esperarte
y te deje dormida junto a un olvido calculado y preciso?

A mediodía
ya te habrás marchado.

poemas rescatados
En Sevilla

sábado, 25 de octubre de 2014

Escuchaba cada gesto

Cuando tú hablabas
yo escuchaba cada gesto tuyo.
Ibas dejando frases con tus manos,
ponías palabras en los ojos.
Te habías puesto una luz nueva,
tibia, de marzo. Te habías vestido de despedida.

Ahora, abro de par en par la memoria
y estos momentos, compañera, se amontonan
al filo de la noche. Todos juntos
forman unas horas;
estas horas juntas forman un cansancio.
Y este cansancio, disuelto en mí,
forma un dolor lento.
Yo, así sin ti, no formo nada...


tiempos nuevos
Sevilla, 18 de octubre de 2014

viernes, 24 de octubre de 2014

Vivir, un alto precio

Vivir me exige un alto precio,
y el dolor se encarga de pasar la factura,
cada día pago mi cuota puntualmente.
Cada vez más alta su exigencia,
cada día menor mi existencia.
Alto precio que no compra nada,
ni paga una sonrisa, ni abre puertas al futuro,
ni cierra pozos insondables del olvido...
Alto precio que pago en medio de la ruina,
vivo así en precario, al raso como quien dice.
Vivir me cuesta un alto precio,
tanto que casi no puedo pagarlo
y pronto llegará el desahucio.
Enorme tributo de días y sueños,
estoy diezmado. Vivo en la pobreza
de los días sin ilusiones,
de las noches rutilantes como el delirio,
y no puedo mañana recoger más fondos
para pagarme un nuevo día.
Vivir me exige un alto precio
y el dolor me pasa factura.


tiempos del dolor
Sevilla, 24 de octubre de 2014

Ningún horizonte al alcance de la mano

Ningún horizonte está al alcance de tu mano;
si no es el mar, será la tierra inmóvil,
da igual. Además, un horizonte nuevo
surge a cada paso.
Sigues en el mismo sitio
y entonces no ha otro horizonte que el cansancio.

No te detengas si no es por un instante;
quizá vivir sea absurdo;
vivir en el pasado es un delito y una desgracia.


pepegarciarsille@gamil.com
Poemas rescatados
Sevilla

sábado, 18 de octubre de 2014

Tiempo sin pulso

Se ha detenido el pulso del tiempo,
apenas palpitan los relojes.
Me acerco a tí, quiero hablarte,
pero estás muy cerca del cansancio,
mis palabras te inquietan.
Me detengo. Dejo de hablar. Te miro.
Te observo y comprendo tu silencio,
mientras la tarde insinúa su despedida.
Tambén yo me voy,
Volveré otro día.


pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Tu asuencia es un espejo

Tú, ausente, eres más real aún.
Este vacío, es decir: tú al margen de mis días,
esta ausencia tuya es un espejo
donde tú, compañera, apareces
más clara, más nítida.
Con esa imagen hablo ahora;
a ti mujer-espejo e reconstruyo verso por verso.
Voy montando tu imagen
con los mejores recuerdos que me entregaste,
con los mejores besos nuestros,
tu sonrisa más limpia,
tus manos acariciando mi deseo,
todo lo que me diste me sirve también ahora
para inventarte de nuevo.
Apareces lentamente, igual a como eras,
pero diferente pues no eres tú. Es sólo una imagen.
La abrazo como si fueras tú,
la acaricio como a tí y no encuentro el calor de tu piel.
Hablo con ella en voz baja,
pero sé que no me oye; es sólo un sueño.
Pero sólo me queda eso: tú-sueño, tú-espejo.


poemas rescatados
Sevilla

viernes, 17 de octubre de 2014

Sin refugio

¿Dónde encuentro yo refugio
ahora que ya no me esperas?
Cuando vuelva a casa
(después de adivinarte entre la gente)
¿quién me dirá: 'ánimo eso no es nada'?
¿dónde me refugio ahora,
ahora que una sóla lágrima me ha descubierto
una fragilidad que desconocía,
ahora que el miedo vive conmigo?
¿Podré resolverlo?
Acabo de dar un paseo,
la ciudad sonríe,
la gente se agita y corre.
Hace frio. Se acaba el paseo.
La soledad me pesa.
Acabo de llegar a casa.
La soledad ya había llegado.

poemas rescatados de otros tiempos
Sevilla.

Telegrama

No iba a ponerte un telegrama
_POR FAVOR, VEN. ESTOY SOLO.
Te hubieras alarmado seguramente,
por eso te llamé por teléfono.
Podía haber sido igual de breve,
lo fue tanto que no dije nada.
Siempre me fue difícil pedir ayuda;
siempre me creí autosuficiente.
No es así; lo supe esta tarde
y lo supe tarde...
Era ya tarde incluso para hablar por teléfono,
quizá por eso no te envié el telegrama:
_ESTOY SOLO. NECESITO AYUDA.


poemas rescatados de otros tiempos
Sevilla

Tu nombre entre los dedos

Tengo tu nombre entre los dedos,
lo he cogido en el aire.
Pero no puedo retenerlo.
El aire está lleno de nombres, también el tuyo
y el mio.
Te llamarán otras voces
Salgo a tu encuentro
¡Qué corta es la vida!
Cuántas tareas tenemos pendientes.
Muchos sueños quedarán al abrigo del tiempo
y permanecerán intacto, inacabados,
confundidos para siempre
entre fechas, ciudades, nombres, rostros...
Éste será uno de ellos,
como todo secreto sólo aspira al olvido.
Olvídalo tú también.


poemas rescatados
Sevilla

Muerto de alegría

Por la mañana me sentí fuerte,
lleno de energía. Canté en la ducha,
silbaba una vieja canción camino del trabajo.
Una mañana espléndida: –era la última.

Lo supe, y lo decidí, la noche anterior
cuando me vi en el espejo del baño.
Joven aún, la tripa en su sitio,
las canas tardarían en aparecer,
me gustó mi dentadura,
me vi fuerte, sano y bien dispuesto.
Pero, quedaba poco tiempo.
Por eso la mañana era maravillosa,
porque no habría otra.
Salí del trabajo a mediodía
con la misma sonrisa,
con la misma canción en los labios:
“Me llamarán, nos llamarán a todos.
...nos turnaremos,
en tornos de cristal, ante la muerte”.

El conductor no pudo hacer nada,
prácticamente me arrojé bajo las ruedas.
“Ha muerto de alegría” –dijo el forense,
mientras alguien comentaba :
“El cadáver tenía un bonita sonrisa”.


Los versos entre comillas son de Blas de Otero.
poemas rescatados
Sevilla

Mi naufragio es evidente

“Ve a buscarla” me digo,
y el mar se amontona en mi puerta.
Es la marea alta del tiempo y su cansancio;
es el oleaje inacabable de sus ojos mirándome.
Y yo, atónito, asustado, me digo: “No puedo”.

Ella me mira tranquila
como quien da un consejo imposible de seguir.
Sabe que no echaré a correr
para ir en su busca, lo sabe, está segura.
Es mujer y lo sabe. Me conoce y lo sabe.

“Si la quieres, ve a buscarla” –insisto.
El mar está a mi puerta;
el tiempo, ya líquido, lo empapa todo.
Los años se llenan de algas amarillas.
El mar me corta el paso.

Ella está al otro lado, segura, alta, tranquila.
La veo a veces sobre un horizonte escurridizo,
lejana, segura, tranquila.

A este lado del mar
mi naufragio es evidente.


poemas rescatados
Sevilla

Mar de dudas

“Ve a buscarla” me digo,
y el mar se amontona en mi puerta.
Es la marea alta del tiempo y su cansancio;
es el oleaje inacabable de sus ojos mirándome.
Y yo, atónito, asustado, me digo: “No puedo”.

Ella me mira tranquila
como quien da un consejo imposible de seguir.
Sabe que no echaré a correr
para ir en su busca, lo sabe, está segura.
Es mujer y lo sabe. Me conoce y lo sabe.

“Si la quieres, ve a buscarla” –insisto.
El mar está a mi puerta;
el tiempo, ya líquido, lo empapa todo.
Los años se llenan de algas amarillas.
El mar me corta el paso.

Ella está al otro lado, segura, alta, tranquila.
La veo a veces sobre un horizonte escurridizo,
lejana, segura, tranquila.

A este lado del mar
mi naufragio es evidente.


poemas rescatados
Sevilla

Estoy en mi laberinto

Estoy en mi laberinto, con las manos atadas
y la razón bajo sospecha. Recorro a oscuras
pasillos interminables de la memoria,
ocultos deseos surgen a mi paso y abren ilusiones
que me distraen y me equivocan el camino.
Estoy en un laberinto tejido pacientemente
con el dolor, el fracaso y recetas mágicas de los médicos...
No podría clamar por la libertad del paseo
al calor tibio de esta mañana de invierno;
no sabría respirar otra cosa que este rencor obstinado
que guardo para mí, que nadie sepa la angustia que me corroe,
no salga de mi boca el reproche que guardo para el mundo...
Estoy en mi laberinto, dañado; con el dolor como linterna
a tientas vislumbro la salida,
la puerta que me llevará a la luz, y sé que no está lejos.
Vivo en mi laberinto, callejones de espejos del pasado,
falsas ilusiones como labios que ya no me besan,
manos que dejaron fuera la caricia,
abrazos perdidos que daban calor a mis noches en blanco.
Estoy en mi laberinto,
pero hasta la última célula de mi cuerpo
tiene grabada en su ADN la ruta de escape.
Todas conocen la salida, y me guían oscuramente
pero con rumbo seguro. Escucho sus voces,
sus lamentos y sus reproches por andar tan despacio...
Seguiré su ruta antigua de supervivencia
para salir de este laberinto de medias verdades,
no quiero seguir perdido cuando el mundo se abre
cada mañana en un milagro de luz...Hacia ella voy.

pepegarciaresille@gmail.com
Sevilla, a 3 de enero de 2014
En los tiempos del dolor

miércoles, 15 de octubre de 2014

Sacrificio último

Mi vida no está garantizada
más allá de este beso tuyo interminable y sucio.
La sangre, río que me destruye,
se agita y fluye, inflama la conciencia que me queda.
Mi visión es roja, como este amor tuyo y pasajero,
que creí tuyo y eterno. Rojo es el nombre de tu amor,
como tus labios, tus labios y los mios
ahora estallan en llamaradas.
Nada está garantizado más allá de esta hoguera,
ni siquiera tú misma, que la has encendido.
Arderemos, sacrificio último que te debo,
abrazo último que nos regalamos
hasta convertirnos en la nada,
esa nada sonriente que mañana brillará
radiante en tu boca y en mi hastío.
La sangre, sabia y rencorosa, tiene memoria
larga y extensa de otros besos,
y se precipita a borbotones sobre tu sexo y el mio,
inflama el placer y el olvido de mi mismo,
de mi miseria cotidiana, de tu paciencia,
y su calor llega a poner pálido tu fingimiento.
Nuestras vidas no están garantizadas
cuando termine todo esto, los dos lo sabemos,
no habremos muerto, no. Nos habremos olvidado.



tiempos oscuros
Sevilla, 15 de octubre de 2014

martes, 14 de octubre de 2014

Soledades en pie

Hoy te estaría agradecido,
si eso no fuera, también otro error,
otro rencor disimulado.

A ti,  sólo a ti te escribiría
canciones felices, risas como versos;
    sólo a ti,
    sólo para ti abriría con mis manos
los secretos que ocultan el amor y sus estragos.
    Te explicaría –contando estrellas-
cómo es de inmensa la profundidad de tus ojos,
haría un hueco en lo más alto del día
para poner tu risa. Inventaría
caricias delicadas como sueños.
Y buscaría –para ti-  los besos nunca dados,
las mejores palabras,
para hacer de tu vida una fantasía
tan real que no pudieras distinguir
entre la vida y el sueño.

    Por ti haría de mi vida
el único sueño que cubriera tu deseo.
    Te haría  soñar como sólo sueñan
los que se entregan al amor sin cautelas.
Sin embargo, a cada momento, mi vida
torpe y vacilante, sería para ti
la prueba sólida de dos soledades en pie,
frente a frente, irreductibles.
A pesar de eso,
yo seguiría queriéndote
más allá de sueños y realidades.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

lunes, 13 de octubre de 2014

Sabe a tiempo este dia

Sabe a tiempo este día que me ofreces a manos llenas,
hoy que mi única urgencia es despertar,
salir de esta pesadilla que asoma por encima del tiempo,
de este tiempo de alacena, rancio y perdido,
ese es mi dolor que no comparto contigo. Sería indecente
desatar ahora la memoria. Podrían salir a la luz
fechas y lugares, desencuentros como cuchillos,
besos falsos y abrazos de compromiso.
Me retienes a tu lado sólo con tu voz,
tu deseo de someter al mundo es una potente orden
que debo escuchar...Me llamas a un mundo tuyo
donde no encuentro dulzura ni calor tampoco.
Me resisto, busco excusas para no ir contigo,
pero es inútil: ya me tienes en el umbral de tu deseo,
y agacho la razón con perro sin dueño,
me entrego a tu capricho aun sabiendo
que este collar que ahora me pones
acabará ahogándome algún día...


Sevilla, 10 de enero de 2014
En los tiempos del dolor

domingo, 12 de octubre de 2014

Kyrie

Kyrie, ekekraxa pro se

La vida no vale nada, digo ahora
ciego ante el mundo, y mi queja alcanza
el aire y vuela más allá de este rincón
donde sobrevivo. El corazón rueda calle abajo,
hacia la noche, de mano del alcohol y  la memoria.
Calle abajo, hacia la noche, donde todo vale
y todo se compra, también tus labios
que se han vestido de gala por mi
y quinientos euros que abrirán puertas
sobre el cielo de la ciudad.
Nos detenemos junto al vacío,
de puntillas sobre dos copas de vino,
sobre la noche que gime en las calles.
Pero tú y yo estamos a salvo de la tragedia,
Tú me rescatas de la basura cotidiana
y no me engañarás al prometerme la noche más feliz,
lo sé... soy yo quien se vende,
vengo a tu encuentro para que me salves
aunque sólo sea por esta noche...
No me hables de dignidad, que no tengo,
no me reproches nada, no me preguntes,
no me mires a los ojos, no toques mi alma...
Mírame, soy carne pobre, huérfano vengo
de todas las caricias que nunca me dieron...
Mírame, dime que no estoy ciego ante el mundo,
dime que la vida es una mierda y creeré
a ciegas en tus manos, en tu piel.
Creeré, antes de besarlos, que tus labios recién estrenados
abren este corazón que tanto vaga por las calles...
Mírame, dime que la vida no vale nada
como sólo tú sabes decirlo a cuantos te compramos
por una noche y por cariño fingido.
Mañana abandoname sin despedidas.
Esta noche seré feliz.

Kyrie....=Señor, ten piedad de nosotros
En tiempos de la esperanza
Sevilla, 12 de octubre de 2014

jueves, 9 de octubre de 2014

Me olvidé tanto de ti

Me olvidé de ti tanto que ya no recuerdo por qué lo hice,
y ahora, al verte, he puesto en pie mi memoria, tanto tiempo dormida,
para no olvidar incluso tu nombre.
Pero es tarde, no lo recuerdo. Por eso,
te he saludado cordialmente, para disimular
y no ponerte otro nombre que no sea el tuyo.

Hablas, ríes, remueves un pasado para ti muy vivo,
mientras yo sigo sin recordar quién eres.

Nos conocemos de toda la vida,
me lo demuestras con fecha, lugares, gentes, amigos comunes,
y, por fin, la clave que me devuelve la memoria: tu nombre.

Ahora sí, ahora eres ya algo que se agita entre mis recuerdos;
te has vuelto presente aquí y en el tiempo que pasamos juntos.
Eres ya algo vivo. Tu nombre se levanta
con grandes letras en el cielo de esa memoria mía, tan desaliñada.

¿Cómo ha podido ocurrir?
¿Cómo es posible que haya olvidado hasta tu nombre?

Ahora que me lo devuelves, aquellos años se vuelven transparentes;
andas de puntillas sobre besos cumplidos,
apenas rozas abrazos olvidados,
tu cuerpo descansa sobre noches interminables…
Estoy recorriendo ese espacio fantástico que tú llenaste de amor,
de risas y, también, de pequeñas disputas y agrios reproches.

Quizá te olvidé por eso: preferí olvidar unos años tan hermosos
a que acabaran convertidos en un recuerdo amargo.

Perdóname por tanto olvido,
pero me ha servido para recuperarte ahora igual que entonces.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

martes, 7 de octubre de 2014

A plena luz del dia...

A plena luz del día,
la luz rueda sobre la memoria
y tú apareces alta,
por encima de mis posibilidades.
Se insinúa ya la tarde, es casi invierno,
tiene el aire el mismo tacto de tu piel
cuando, distraida, te dejabas llevar
por la marea infame de mis manos.
No me pidas que me arrepienta,
no, no, mi tacto era rudo, casi impertinente,
pero nunca rozó una queja
ni buscó otra cosa que esa alegría
que acompañaba tu despertar.
En esta tarde que se insinúa,
tú ocupas el centro de una felicidad que te debo,
que me regalas y que no puedo recompensar.
No tengo a estas horas
ni la pasión ni la vida necesarias.
Lo sé, compañera, lo sé.
No hay un reproche en tu boca,
ni una palabra saldrá de ella en este encuentro
clandestino...Tampoco yo pretendo
demostrar nada, no podría.
Nos miramos, tus ojos hablan
y, sin decir nada, entiendo el mensaje.


poemas nuevos
Sevilla, 7 de octubre de 2014

lunes, 6 de octubre de 2014

Cáncer, guerra civil

[Cáncer]
guerra civil de la carne contra la carne,
del hueso contra la sangre,
del corazón que sufre contra el cerebro delirante.
Guerra contra el olvido,
contra el dolor, contra el futuro improbable,
(contra aquellos que me olvidaron),
contra mí mismo sin cuartel.
Mi cuerpo es un campo de minas,
estallan al contacto con el aire,
basta el roce de una mirada
y la sangre hierve de rabia.
Campo sembrado de olvidos, viejos amigos
venidos a desertores en desbandada.
Guerra de todo lo que soy
contra los días contados, contra los dioses,
contra natura...
Sin tregua, sin armisticio entre las partes,
destrucción de los dos bandos,
sobrevive la nada entre heridas como trincheras,
mi cuerpo se rinde y entrega las armas
mientras el dolor campa a sus anchas.
Pero sobre esta ruina me levanto, me sublevo
y sigo disparando el arma más poderosa:
la fe en mi mismo y este amor tuyo
llegado desde retaguardia para defenderme.
No me rendiré nunca, no sería digno
de mí ni de ti que luchas a mi lado.

tiempos de esperanza
Sevilla, 6 de octubre de 2014

domingo, 5 de octubre de 2014

dónde estaban tus ojos


¿Dónde estaban tus ojos
cuando yo los buscaba detrás de tu sueño?
Fecha, lugares, citas imposibles,
cualquier sitio era bueno para olvidar tu mirada.
En cualquier parte:
un transeúnte,
el restaurante, la fotografía antigua,
el libro en tu mesa de noche,
todo podía ser un pretexto, un olvido imperdonable.
En cualquier momento tus ojos se cerraron sobre los míos
y dejaste ya de verme, de mirarme.
No supe encontrar tu mirada tendida sobre mis manos,
sobre mi sueño escurridizo,
sobre el deseo que te envío y te persigue inútilmente.
Si no encuentro tus ojos,
si ellos no se encuentran con los míos,
dime: ¿cómo podré interpretar esta caricia tuya?
¿cómo sabré hasta dónde llegan tus dedos
que ahora llaman a la puerta de mi piel extendida?
No apartes de mí tus ojos.

poemas rescatados
Sevilla

sábado, 4 de octubre de 2014

A tu imagen y semjanza

Tú no sabías vivir, perdido
como andabas entre libros y soledades.
Tú no estabas en este mundo
como todos los demás, tú habitabas en la nada,
pisabas el suelo de las utopías más simples,
no respirabas sino el aire de la biblioteca.
Tú no conocías la calle, ni el murmullo de la noche...
Poco sabía de ti, pero me pareció suficiente,
no salías de tu entorno hermético
ni compartías complicidades con nadie,
ni la risa, ni la caricia descuidada...
Hablabas desde tu altura, con dulzura,
pero desde lo alto del mundo...
Mientras todos estábamos a tu lado,
tú meditabas aislado y superior
como si la marcha del mundo dependiera de tí...
Pedante, un ser especial, dedicado a tí mismo
sin más interés por nadie...
Sin embargo, descubrí que eras humano,
que sentías y palpitaba tu corazón
por razones elementales que a nadie importaba.
Pero te vi una noche leyendo unos poemas.
Y no pudiste disimular el dolor que brillaba en tus ojos
al verme a tu lado...Desde aquel momento
comenzó mi construcción de ti mismo,
mis manos, mi voz, mi piel operaban el milagro.
Eras mi obra, moldeado por el deseo,
transformado con aquel amor nuestro,
Y ahora, eres un hombre nuevo,
como yo quería que fueras...

Escuchaba en silencio tu voz
al otro lado del teléfono.
Entonces, pregunté, ¿por que me dejas?

poemas nuevos
Sevilla, 4 de octubre de 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

El tiempo perderá las alas

Si te vas, el tiempo perderá las alas
y ya no pasará volando,  como entonces,
se arrastrará despacio sobre mis días.
    Uno a uno iré contando
cada instante contigo; una pequeña alegría
me despertará cada mañana,
cuando todavía soñando crea que sigues a mi lado.

Luego, la oscuridad del día, inmensa;
la rutina, el trabajo, me harán olvidar
tu ausencia. Y cuando llegue la luz de la noche,
se encenderán otra vez los recuerdos, como siempre.

El dolor me cerrará los ojos,
y el sueño me dormirá la conciencia.
    Mientras, tú seguirás desde lejos
llenando mi vida de fantasías,
    de sueños quebradizos y ligeros.

    Yo quería vivir contigo,
    vivir contigo siempre.
    Pero otros vientos te empujaban
    hacia otras luces y otras sombras,
    a otras risas y otras manos

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Silencio redondo

Un enorme silencio redondo y completo
llenará, desde ahora, nuestros días más inmediatos
hasta que tú encuentres –para ti, claro-
canciones viejas cantada especialmente para ti.
        Para entonces, y eso puede ser mañana mismo,
ya habrás olvidado hasta mi nombre.
Yo andaré paseando entre mi ayer y tu mañana
tratando de encontrarte de nuevo y así siempre...
En cada siempre
recordaré tu mejor sonrisa,
tu voz más dulce, tu paso más ligero,
así, cada día despertarás conmigo
un montón de recuerdos
a los que sólo tú podrás dar sentido.
        Seguramente, algún  día
ya no te levantarás conmigo,  ni estarás allí esa mañana
porque ese día te habrás quedado dormida en algún sueño mío
y yo seguiré adelante solo, sí, pero despierto!

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

No lo sé, la verdad

No lo sé, la verdad, no lo sé.
Hace tantos años, que ya no lo recuerdo.
No, no lo cuerdo
porque el tiempo funde los años, los meses,
los días y minutos vividos. El tiempo es fuego,
y lo vivido, ceniza. Por eso,
cuando remuevo el pasado buscando un rescoldo,
un algo de calor,
un poco de mí, de tí, de todo,
sólo encuentro cenizas, días carbonizados y fríos.
    Porque no es eso, no se trata de eso.
No podemos hundir las manos en el olvido,
ni aunque sea reciente...
    Todo ayer, todo antes, está ya para siempre
tan vivido, tan olvidado que no es posible
rescatarlo. Luego, más tarde, mañana quizá,
eso  sí, eso es posible vivirlo todavía.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Un espacio mudo

Es como un espacio mudo, vacío
y terrible: no hay nada.
    Cuando los ruidos se escapan,
cuando nada te distrae ni te empuja, entonces
aparece ese vacío, y te preguntas: ¿cómo es posible?
¿qué puede ser esto?
Te estás buscando y resulta que no hay nada,
sólo te encuentras con el vacío.

    Pero no es tan terrible como parece,
    ni tan vacío: ¡es lo que somos!

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Qué difícil es perder

¡Qué difícil es perder!
¡qué difícil es aceptar que he perdido!
        La canción de la derrota llena
hasta los últimos rincones; saben
a derrota el aire, la comida y el agua, ¡todo!
        Y no puedo evitar su cara
porque es la mía; su risa
    es mi propio llanto. Sin descanso
me sigue como mi sombra; duerme conmigo
y sueña conmigo; mis propias pesadillas
son sus gritos de júbilo y victoria.
        Yo estoy vendido;
mi derrota canta su alegría,
con mi propio dolor, que es su voz, su pulso.
   
    ¡Qué difícil es perder!
y si lo pierdes todo (un todo con nombre),
entonces el dolor te roba has la conciencia.


pepegarciaresille@gmail.com
Poemas rescatados
Sevilla

Noche de pájaros muertos

Una noche de pájaros muertos
está volando sobre mi cabeza,
mientras el dolor se hace ruido
que llega desde todas partes.
        Hoy eres tú -mujer- ese dolor
que tan lentamente va mordiendo y destruyendo,
como si nada importara ya
cada momento vivido contigo.
        Desde cada recuerdo
me llega un dolor inquieto,
desde cada día contigo se asoman
todas las risas y quejidos de siempre.
        Incluso la noche –apagada desde hace horas—
se vuelve cada vez más fría.
Hoy todo se convierte
en un llanto que huele
a dolor y rencores viejos acumulados durante siglos.
En una noche como esta no es posible
ni llorar siquiera,
sólo queda un vacío inmensamente hambriento
que todo lo aniquila, lo traga
hasta no quedar más que un dolor insoluble.
Desde el fondo de ese vacío te escribo
y es  que, en el fondo, todavía te quiero
Y no quiero aceptar este dolor último que sabe a olvido.

pepepgarciaresille@gmail.com
Poemas rescatados
Sevilla

martes, 30 de septiembre de 2014

El tiempo se pudre

El tiempo se pudre en las horas muertas
mientras la tarde se despide de mi ventana.
Ya es invierno, ya los sentidos se agitan perezosamente,
los colores del jardín son ahora sombras de la primavera,
nada sobrevive en esta habitación desde la que te escribo.
El personal marca las horas: ahora la medicación,
luego la ducha y el desayuno...y la visita del médico,
y las horas muertas...
Entre ellas estoy, desde aquí te escribo,
una enfermera entra y me mira sin ojos,
me resigno ante la aguja que se lleva mi sangre...
Ya esta tarde, las horas muertas las marcan ellos,
ahora me dejan en paz,
puedo dormir en brazos de los sonníferos...
Mañana continuo, ahora dejo esta carta
a medias. Un frio intenso me recorre la espalda,
pequeños temblores sacuden mis piernas,
lentamente la habitación se apaga
y yo también.


poemas nuevos
Sevilla, 30 de septiembre de 2014

lunes, 29 de septiembre de 2014

Ya es de noche

fotografía de ARG: vuelta a Triana
Ya es de noche en el calendario
y en el pulso de mi sangre. La Vida se estremece,
y se refugia entre esta carne huérfana que me da forma
y aquel esplendor de tu cuerpo
extendido sobre la noche, sobre el deseo...
¡Cuánta vida, cuanto gozo entre tu carne y la mia!
No puedo decir que la Vida me engañe,
no, no puedo. No podria, teniendo presente
el beso último, la caricia última,
y aquel orgasmo último que me regalaste...
Cómo olvidarlo...si aún me tiembla el pulso
al recordarlo, compañera.
No, la Vida no me ha tratado mal,
Sí, lo sé, lo sabemos...
Pero no están ahí mis versos esta noche,
no, no es ésta la canción que te debo.
Mi deuda contigo es inmortal,
no tiene precio ni afán de ser saldada.
Ya es de noche en todos los hemisferios,
en mi casa también. La luz
nacida desde el fondo de mi ser
te reclama para decirte que soy feliz,
lo soy a pesar del mundo, del tiempo,
de la enfermedad y sus estragos...
Soy feliz y no es una paradoja,
es la feliz consecuencia de haberte conocido.


poemas en carne viva
Sevilla, 29 de septiembre de 2014

Yo sé lo que importa

 
Yo sé lo que importa, lo que bulle en la sangre,
conozco la impaciencia de la muerte
llamando a mi puerta. Tú no lo sabes.
Tú reflexionas sobre la nada
en salones exquisitos,
y yo sangro en los hospitales.
Yo sé lo que importa, convivo con la mierda
de una vida corroída por el declive, por el dolor...
Yo sé lo que importa, y no me importa ser incorrecto,
no me interesa la Academia, ni las buenas formas.
Cuando cruzo la noche en ambulancia
la metafísica me importa un cuerno.
La sangre tiene un lenguaje antiguo, sabe a hierro,
y cierra las puertas a dudas filosóficas
y certidumbres de último nivel cuántico.
Las verdades se sientan en torno al dolor
y se miran a la cara. Y allí estoy yo, entre ellas.
Yo miro al mundo de frente
porque no tengo nada que ocultarle.
Pero mi dolor no es moneda de cambio,
ni pretende derribar teorías,
mi dolor es conciencia de lo que hay.
Con eso voy sobrado.


pepegarciaresille@gmail.com
hoy, en tiempos nuevos
Sevilla, 28 de septiembre de 2014

domingo, 28 de septiembre de 2014

Como si fuera posible

Como si fuera posible volver atrás,
esta música me trae incluso el calor de tu cuerpo.
Años después, me he descubierto
murmurando tu nombre. Sin darme cuenta,
estaba soñado contigo, con tu voz,
con tu caricia, con tu desdén incluso.
Por un momento,
un instante tan solo,
has vivido conmigo esta tarde de invierno.
Sin tú saberlo, has vuelto
a salvarme de mí mismo.
Sólo tu recuerdo ha sido suficiente
para tender un puente entre mi ser real
y mis sueños.
He despertado por tí, aunque soñaba contigo.

poemas rescatados
Sevilla

No volver a verte

Tengo intención de no volver a verte,
ni llevaré tu fotografía en la cartera,
olvidaré el día de tu santo...
Cerraré los ojos ante tu espejo,
y daré la espalda a tu historia...
Pero no me iré de aquí,
seguiré en mi sitio...
Continuaré esperando hasta el preciso instante
en que tú, suelta y libre ya de mí,
vuelvas de repente a recordarme
que me estoy volviendo maniático...


poemas rescatados
Sev illa

No quedaba tiempo

No quedaba tiempo, era tarde,
se agotaban los últimos instantes,
y todavía seguía sentado junto a la ventana...
Gente, lluvia, se encendían las luces de la ciudad,
mi mundo se volvía más pequeño,
mi habitación se llenaba de rencores,
mientras el tiempo se escurría sobre los cristales.
Sigue lloviendo, no te veo llegar por la calle,
y sin embargo sigo esperando.
Me animo pensando que estás al llegar,
que me haré el dormido
(y te miraré a escondidas)
cuando me digas “amor mio, no volveré nunca”.


poemas rescatados
Sevilla.