domingo, 28 de junio de 2015

la sombra del mundo

La sombra del mundo tiene tu estatura,
nada puede superarte. Ni un palmo
por encima, ni un sueño siquiera...
Sólo mi deseo, mi ser contigo,
supera el horizonte. Allí,
donde tú habitas, donde el tiempo es obra tuya,
mi deseo es otra sombra que te persigue.
Nada recuerdas ya cuando, distraida,
me contemplas con desgana
como si todo el cansancio de la vida
anidara en tus ojos desde siempre.
Pero no es así, no era así,
no podía serlo. Al menos, no lo fue
mientras vivíamos en la tierra,
entre seres mortales como nosotros,
y sentíamos el pulso de la sangre rodando noche abajo...
Esta sombra que ahora te cobija
es también el silencio que me dedicas
cada vez que salgo a tu encuentro.
Nada parece tener tu estatura,
nada puede superarte. Nada por encima,
ni un sueño siquiera. Sólo mi deseo,
mi vivir contigo supera el horizonte.
Pero vives tan alta que ya no me distingues
entre tantos otros seres descarriados como yo.


Pepe García Resille
Sevilla, 28 de junio de 2015

jueves, 18 de junio de 2015

Aquí está mi destrucción

Aquí está mi destrucción, es un cálculo frio
y programado tejido desde el sueño,
desde la noche antigua hasta el amanecer oscuro.
Te traigo mi destrucción: una copa amarga
que no deberás beber, porque es el mismo cuerpo
que tanto amó tu voluntad de vivir,
tu compasión, tu ser conmigo. Debo hacerlo,
traigo mi desolación sin causa, sin límite,
aquí ves la soledad hecha carne,
el dolor anidando en los huesos...
Esta destrucción es obra mia tan solo,
nada te roza, nada te culpa. Solo yo
soy capaz de este suicidio calculado,
minucioso y cobarde.
Aquí está el final previsto,
porque después sólo quedará el olvido
aunque siga paseando por los parques,
y la gente me salude por la calle.
Yo, que tanto he vivido, preparo el fin último
antes de que lo último sea morir.
No podría sufrir tu mirada clemente
ni quiero esperar como el guardian a la aurora;
no puedo sin dignidad confiar al tiempo el remedio.
Te lo debía, supongo, siendo tú mi único sustento;
te lo temía y por eso lo pongo por escrito.
Debía hacerlo, traigo mi desolación
y sus demonios. Aquí está mis destrucción: un cálculo
equivocado pero correcto. Lo comprenderás,
estoy seguro.

Pepe García Resille
Tiempos difíciles
Sevilla, 18 de junio de 2015
"como el guardian espera a la aurora", salmo 120.

martes, 16 de junio de 2015

Vengo de mar, acabo de verlo

Vengo del mar, acabo de verlo;
Junto al mar, con los pies hundidos
En la arena, vino a verme la muerte
            vestida de espuma  y cielo.
Eran sus ojos.
Era su cuerpo de agua firme tendido en la playa.
Vengo del mar, de su orilla;
Regreso de su sueño, oleaje minucioso.
He visto el mar, amigo mío.
He visto el mar en unos ojos color de invierno
Acabo de verlos.


        Pepe Garcia Resille
        Poemas rescatados
        Sevilla, 16 de junio de 2015

Cómplices

Cómplices somos aunque no quiera
pero me obligan mis errores. Bastaron
dos silencios y un olvido, quizás;
me sentenciaron tus ojos,
y tus labios confirmaban
después el largo castigo que voy cumpliendo.
Un olvido se paga toda una vida,
dos silencios: la eternidad misma.
Y aquí me tienes, atado a ti,
cómplice sin fe, pero fiel a la pena impuesta.
Podría rebelarme, defender mi inocencia,
y poner distancias entre el frío veredicto
que me lees a diario
y este sueño mio largamente alimentado: vivir.
Pero somos cómplices aunque no quiero,
bastaron dos silencios y un olvido. Lo sé.
Me lo recuerdan tus manos en retirada,
las caricias que has tasado...
También tus labios juegan un equilibrio descarnado
entre el  mutismo hiriente y el  verbo envenenado.
¿Por qué sigo aquí?, me pregunto
mientras mi complicidad culpable
se burla de mi desconcierto.
¿Qué me une a ti, a tu venganza?
¿Por qué sigo este juego infamante?
¿Cuándo llegará tu clemencia?
Un olvido cuesta mucho tiempo;
dos silencios son la soledad completa.
Me hago preguntas vacías,
y procuro no responderme.
Toda respuesta sería una impostura.

Pepe García Resille
Mirando al futuro
Sevilla, 16 de junio de 2015

martes, 9 de junio de 2015

El veneno me quema la sangre y gano un dia más...

Dicen: 'mañana, será mañana'.
El mirlo canta en el patio, ajeno a mi tragedia
y yo le pongo migas de pan en el alféizar de la ventana.
Será mañana, se conjuran todos los demonios,
y me llevan, y me arrancan el alma que no tengo,
me traen un dolor imposible, no visto,
ni siquiera imaginado pero posible.
El mirlo canta de nuevo,
y el corazón no tiene ganas ni fuerzas,
mañana es demasiado lejos. Estoy leyendo
lineas de la mano izquierda
mientras la derecha pone un parche de morfina
sobre mi espalda. El dolor canta como el mirlo,
pero es un engaño: no tengo sitio
para más dolor, ni mi corazón sabe de tanto salvajismo.
'Mañana, será mañana' dicen
los que saben, las estadística, las horas de espera...
Pero mi corazón se ha ido,
lo ví volar con el mirlo en dirección al Sur.
Mañana, será mañana, cuando los sumos sacerdotes
oficien el ritual que sigue la línea de la mano izquierda.
De pronto, el mirlo ha dejado de cantar.
Ya no acompaña el lamento de este corazón
que hoy se entrega sin rencor a lo inevitable.
Mañana, será mañana, cuando los mirlos ya no canten
en el patio del hospital, entonces
este corazón asustado echará migas de pan
y cantará con los pájaros
mientras el veneno me queme la sangre
y gane un día más...


pepe garcia resille
mañana, será mañana
Sevilla, 9 de junio de 2015

jueves, 4 de junio de 2015

Volveremos invierno arriba

Volveremos, tú y yo, invierno arriba
Buscando promesas incompletas. O, tal vez,
Dejemos sobre la mesa un “hasta luego”
Que nos recordará siempre este sueño pendiente
            de volver a vernos.
Volveremos, Compañera,
Una mañana cualquiera tú y yo
A recoger ilusiones como labios
        tendidas sobre noches incalculables.
Serán muchos, seguramente,
Los días y, tal vez los años, que nos aguardan
A ti y a mí,
Para mostrarnos una tras otra vez la realidad plana y dura,
Los días de veinticuatro horas,
Los meses de tantos y tantos día. Mientras esto pasa,
Compañera, un dolor sordo nos llenará poco a poco
Este sueño común que ahora adivinados tan sólo.
     Se nos llenará de arrugas, de reproches,
Y yo dejaré de esperarte a la salida del trabajo;
Y tú olvidarás la talla de mis zapatos.
    Olvidaremos este día concreto,
    Y tanto olvido convertirá en rutina tu nombre y el mío.
Se nos helará la risa
Y olvidaremos, también, el tacto único de nuestros cuerpos;
Nos parecerá lejano, tal vez confuso,
Este momento, este ahora-mismo que vamos tejiendo
Entre caricias, abrazos y cansancio.
    Nos agotará, no el amor, sino el olvido;
    Nos quedaremos quietos, enmudecidos,
    Esperando un gesto, una voz, una llamada tal vez.
    ¿Quién nos llamará entonces, Compañera?
    ¿Qué mañana dejará su luz junto a tu sueño
    cuando yo me marche?
¿Qué  nuevo sueño dejarás junto a mi desayuno
el día que te vayas?
¿Hasta dónde llegaremos con este paso torpe y lento?

Pepe García Resille
Poemas rescatados

martes, 2 de junio de 2015

Si he de atarme

Si he de atarme, al menos
que sean tus manos las que me pongan grilletes;
sea tu boca la que cierre la mía a toda queja;
que tus labios cierren los míos,
que sean tus ojos la última luz que yo contemple.
Si he de atarme, no quiero
otra celda que tu abrazo,
ni espero más libertad que tu deseo...
Si no tengo más que este presidio,
prefiero cumplir en tu corazón mi condena;
sean tus labios mi horizonte,
y vengan tus manos cada noche
a soltar al preso y que duerma a pierna suelta.
Siendo así, condenado como estoy desde ayer mismo,
me sobra la libertad, no me preocupa estar preso...
Preso quedaré, detenido sobre tu piel,
arrestado únicamente por tu abrazo,
viviré si tú quieres atado de por vida
cumpliendo la condena que me impones
con sólo haberme mirado un instante:
         Tiempo suficiente para aceptar tu veredicto;
         reo de mi mismo,
preso entre tus manos, atado siempre
a último deseo que traduce tu sonrisa.
Aquí me tienes, atado a tu sombra,
dispuesto desde el tiempo a caminar
a tu vera como quien no tiene destino
ni futuro ni ganas de imaginarlo.
Sin otro fin que amarte.


Pepe Garcia Resille
Pepe está atontao...
Sevilla, 2 de junio de 2015