martes, 9 de junio de 2015

El veneno me quema la sangre y gano un dia más...

Dicen: 'mañana, será mañana'.
El mirlo canta en el patio, ajeno a mi tragedia
y yo le pongo migas de pan en el alféizar de la ventana.
Será mañana, se conjuran todos los demonios,
y me llevan, y me arrancan el alma que no tengo,
me traen un dolor imposible, no visto,
ni siquiera imaginado pero posible.
El mirlo canta de nuevo,
y el corazón no tiene ganas ni fuerzas,
mañana es demasiado lejos. Estoy leyendo
lineas de la mano izquierda
mientras la derecha pone un parche de morfina
sobre mi espalda. El dolor canta como el mirlo,
pero es un engaño: no tengo sitio
para más dolor, ni mi corazón sabe de tanto salvajismo.
'Mañana, será mañana' dicen
los que saben, las estadística, las horas de espera...
Pero mi corazón se ha ido,
lo ví volar con el mirlo en dirección al Sur.
Mañana, será mañana, cuando los sumos sacerdotes
oficien el ritual que sigue la línea de la mano izquierda.
De pronto, el mirlo ha dejado de cantar.
Ya no acompaña el lamento de este corazón
que hoy se entrega sin rencor a lo inevitable.
Mañana, será mañana, cuando los mirlos ya no canten
en el patio del hospital, entonces
este corazón asustado echará migas de pan
y cantará con los pájaros
mientras el veneno me queme la sangre
y gane un día más...


pepe garcia resille
mañana, será mañana
Sevilla, 9 de junio de 2015

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