jueves, 18 de junio de 2015

Aquí está mi destrucción

Aquí está mi destrucción, es un cálculo frio
y programado tejido desde el sueño,
desde la noche antigua hasta el amanecer oscuro.
Te traigo mi destrucción: una copa amarga
que no deberás beber, porque es el mismo cuerpo
que tanto amó tu voluntad de vivir,
tu compasión, tu ser conmigo. Debo hacerlo,
traigo mi desolación sin causa, sin límite,
aquí ves la soledad hecha carne,
el dolor anidando en los huesos...
Esta destrucción es obra mia tan solo,
nada te roza, nada te culpa. Solo yo
soy capaz de este suicidio calculado,
minucioso y cobarde.
Aquí está el final previsto,
porque después sólo quedará el olvido
aunque siga paseando por los parques,
y la gente me salude por la calle.
Yo, que tanto he vivido, preparo el fin último
antes de que lo último sea morir.
No podría sufrir tu mirada clemente
ni quiero esperar como el guardian a la aurora;
no puedo sin dignidad confiar al tiempo el remedio.
Te lo debía, supongo, siendo tú mi único sustento;
te lo temía y por eso lo pongo por escrito.
Debía hacerlo, traigo mi desolación
y sus demonios. Aquí está mis destrucción: un cálculo
equivocado pero correcto. Lo comprenderás,
estoy seguro.

Pepe García Resille
Tiempos difíciles
Sevilla, 18 de junio de 2015
"como el guardian espera a la aurora", salmo 120.

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