sábado, 25 de octubre de 2014

Escuchaba cada gesto

Cuando tú hablabas
yo escuchaba cada gesto tuyo.
Ibas dejando frases con tus manos,
ponías palabras en los ojos.
Te habías puesto una luz nueva,
tibia, de marzo. Te habías vestido de despedida.

Ahora, abro de par en par la memoria
y estos momentos, compañera, se amontonan
al filo de la noche. Todos juntos
forman unas horas;
estas horas juntas forman un cansancio.
Y este cansancio, disuelto en mí,
forma un dolor lento.
Yo, así sin ti, no formo nada...


tiempos nuevos
Sevilla, 18 de octubre de 2014

1 comentario:

  1. Te habías puesto una luz nueva,
    tibia, de marzo. Te habías vestido de despedida.

    Señalo estos versos, ese ponerse una luz nueva de marzo me ha encantado, un fuerte abrazo, Pepe.

    ResponderEliminar