Vivir me exige un alto precio,
y el dolor se encarga de pasar la
factura,
cada día pago mi cuota puntualmente.
Cada vez más alta su exigencia,
cada día menor mi existencia.
Alto precio que no compra nada,
ni paga una sonrisa, ni abre puertas al
futuro,
ni cierra pozos insondables del
olvido...
Alto precio que pago en medio de la
ruina,
vivo así en precario, al raso como
quien dice.
Vivir me cuesta un alto precio,
y pronto llegará el desahucio.
Enorme tributo de días y sueños,
estoy diezmado. Vivo en la pobreza
de los días sin ilusiones,
de las noches rutilantes como el
delirio,
y no puedo mañana recoger más fondos
para pagarme un nuevo día.
Vivir me exige un alto precio
y el dolor me pasa factura.
tiempos del dolor
Sevilla, 24 de octubre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario