¿Qué me quedará para
mañana?
La ciudad espera, abierta
en carne viva,
mientras nos entregamos a
la noche,
a la deriva de la carne
que nos llama.
¿Qué me quedará para
mañana,
cuando me ponga la ropa,
los zapatos,
una sonrisa pensada y tu
ausencia?
¿Cómo saldré mañana a
la calle
hablando sin ti pero
contigo,
y la gente me vea hablando
solo?
¿Qué haré mañana, al
despertar,
cuando te llame y no
logre respirar sino tu ausencia?
¿Qué haré mañana
cuando ya no pueda
esperarte
y te deje dormida junto a
un olvido calculado y preciso?
A mediodía
ya te habrás marchado.
poemas rescatados
En Sevilla
Buenísimo, un poema hermoso y nostálgico, querido Pepe. Tus poemas llegan a hacer bella la tristeza. Comparto, por supuesto. Estos días no podré entrar mucho por internet, pero siempre que pueda, a los pocos amigos que por aquí tengo y que me gusta leer, os visitaré. Besos y feliz finde, aunque hoy sea un día especialmente difícil para los que hemos perdido a nuestros seres muy queridos.
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