Y volviste una vez más; a
pesar de todo
cuanto te había dicho:
‘no vuelvas al invierno,
no vuelvas al tiempo ni a
la infancia.
Los caminos están
cortados’.
Pero no has hecho caso.
Por eso
con el tiempo polvoriento.
Te entretienes,
juegas con los recuerdos y
no logras recomponerlos.
Desde aquí te llamé, te
advertí,
pero has venido.
Ya lo ves, compañera.
¿Ves en mí algo
reconocible?
¿Son éstas las mismas
manos que acariciaron
y que acariciaste?
¿Son acaso estos labios?
¿Lo son?
Dudas. No me reconoces.
Has vuelto buscando un
sueño.
poemas rescatados
En Sevilla
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