martes, 30 de septiembre de 2014

El tiempo se pudre

El tiempo se pudre en las horas muertas
mientras la tarde se despide de mi ventana.
Ya es invierno, ya los sentidos se agitan perezosamente,
los colores del jardín son ahora sombras de la primavera,
nada sobrevive en esta habitación desde la que te escribo.
El personal marca las horas: ahora la medicación,
luego la ducha y el desayuno...y la visita del médico,
y las horas muertas...
Entre ellas estoy, desde aquí te escribo,
una enfermera entra y me mira sin ojos,
me resigno ante la aguja que se lleva mi sangre...
Ya esta tarde, las horas muertas las marcan ellos,
ahora me dejan en paz,
puedo dormir en brazos de los sonníferos...
Mañana continuo, ahora dejo esta carta
a medias. Un frio intenso me recorre la espalda,
pequeños temblores sacuden mis piernas,
lentamente la habitación se apaga
y yo también.


poemas nuevos
Sevilla, 30 de septiembre de 2014

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