Quiero volver a enamorarme
como si nunca me hubieran herido.
Así lo declaré ante la tarde
que nos cobijaba en la plaza de
Amorerias.
Estábamos tú y yo más
pendientes de nuestras manos
que del café que se enfriaba
o de los niños que jugaban alrededor.
Otras parejas, como nosotros, tejían
pacientemente
sueños y futuros con la mirada.
Estaban en la inocencia primera,
la que regala la juventud a quienes no
preguntan
y se entregan sin armas ni condiciones
a la caricia nueva, al abrazo que
sueña...
Pero nosotros no, tiempo atrás también
nos amamos con la urgencia de lo
clandestino,
nos besábamos en la escalera
y acudíamos a los cines para no ver
nada.
También la juventud era nuestra,
nada podía ni siquiera el aire
separarnos en el abrazo,
y los besos nuestros eran dulces y
eternos.
Ahora no, seguimos juntos, pero
ya no soñamos, ya no te miro a los
ojos
buscando más luz; ni tú
busca mi complicidad para tu risa.
Quiero enamorarme otra vez
como si nunca me hubieran herido.
Te lo dije mientras mis manos te
buscaban
y mis ojos perseguían a los tuyos,
esquivos.
Una declaración así no podía
tener el silencio como respuesta....
Nos tomamos el café y volvimos a casa.
Volvemos a empezar
Sevilla, 30 de agosto de 2014
Quín no ha sentido algo así cuando la rutina y el daño mutuo acaban con el sentimiento primero...?? Y por supuesto...:
ResponderEliminar"Una declaración así no podía
tener el silencio como respuesta...."
Gracias, Cien Frases, gracias por tus palabras tan amables...
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