Creí ver un espejismo delirante
Creí ver un espejismo delirante
palpitando en el fondo de tus ojos. Y era la noche,
oscura y difícil, brillando como un deseo.
Tal vez, un sueño intermitente
se asomaba a tu sonrisa con insistencia.
Una impaciencia de siglos parecía congelar tu mirada
mientras yo seguía mirándote el alma
por si descubría –en tus manos o en tu piel- una duda,
un gesto inquietante que anunciara tu rendición.
Comprendí lo mucho que ocultaban tu mirada abierta
y la franqueza de tus labios cerrados.
pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla
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