martes, 16 de septiembre de 2014

Tu luz

Estaría buscando tu luz o tu duda
si no fuera porque he perdido todos tus recuerdos.
Todos no, me quedan dos: tu luz y tu duda.

Tu luz, sí, imposible olvidarla, tan temprana todos los días;
con tanta luz no podía perderme — yo, tan habituado al extravío.

Aún así, el otro recuerdo tuyo —tu duda—
o sería mejor decir: tus dudas. Sí, sobre mí, tus dudas...
No acababas de verlo claro, tú tan segura siempre.


Tanto como tu luz, tus dudas caían sobre mí.
Tu claridad me inundaba el alma y sabía a inocencia,
a infancia perdida. Abrías la puerta de mi alma con aquella luz
que sin quererlo tú siquiera me regalabas cada día.

Por otro lado, mientras mi corazón bailaba radiante bajo tu luz,
mi cabeza cerraba puertas y ventanas. De ahí tus dudas.
Lo comprendí tarde.

Hoy, mi corazón dejó el salón de baile
mientras mi cerebro vive a la interperie.


tiempos de dudas
Sevilla, 31 de agosto de 2011

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