martes, 16 de septiembre de 2014

Tu nombre in péctore

Esta palabra que ahora no pronuncio,
este nombre in péctore, será el último compromiso de mi boca con el aire
(y contigo que ya lo sabes). Cuando renuncie por fin
y rinda armas y utopías, será tu nombre
la moneda que entregaré a Caronte en la orilla de la noche interminable.
Con él viajaré prendido de mis labios
como el último beso –ya para siempre eterno.
Será tu nombre, será tu nombre,
y nada podrá borrarlo ya de mis cenizas.
Anidará entre mis huesos, crecerá sobre el tiempo
y vencerá a la muerte y sus estragos
porque vivirá de la luz y de este amor
que ahora te entrego a cuentas de ese beso.
Palpitarán mis labios pronunciando tu nombre
mientras mi corazón se eche a descansar de tanto extravío.
Nada podrá entonces separarnos: ni los autobuses repletos,
ni el tráfico ni los anuncios; tampoco la lluvia
ni el verano despiadado; no podrán los cines
ni los corrillos malintencionados, ni los rencores antiguos,
nada se alzará entre tu nombre y mi boca,
nada impedirá este beso que ahora sabe a tu nombre.
Sí, será tu nombre – grabado lentamente sobre mis labios--
la última palabra que yo pronuncie
mientras la eternidad me espera
a disfrutar de un beso interminable.


Sevilla, 16 de enero de 2014
En los tiempos del dolor

2 comentarios:

  1. El dolor nos lleva al limite...pero solemos esquivar esa ultima bala y retomar el camino hacia la esperanza...que esa jamás te falte. Un abrazo. Recibe el mio

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    1. El dolor me pone frente a mis demonios...pero por ahora estoy venciendo...Un abrazo grande.

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