Lo más triste: la noche sin ella.
La noche larga, tendida sobre mí
como si fuera su sombra.
Ddescanso tendido sobre mi soledad
tratando de hundir el deseo bajo un sueño
pesado como la noche
Se fueron las sombras camino abajo,
a golpe de rencores mudos
y olvidos obligatorios. Es obligado
olvidar.
No volvió a sonreir nunca más
olvidó la risa en cualquier parte
y se fue despacio,
como si algún odio viejo
fuera a robarle
la inmensa inocencia que llenaba su
alma.
pepegarciaresille@gmail.com
Poermas rescatados
Sevilla, in illo témpore
Bello trabajo....
ResponderEliminarGracias, Siloe, que lo hayas leido es para mi más que suficiente...gracias.
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