Cuando
llegue la Muerte
Cuando
llegue la Muerte, mi casa estará vacía: las ventanas abiertas,
el
suelo limpio, el aire fresco de la mañana llenará el vacío que ha
dejado el inquilino.
Yo
no estaré allí, pero le veré llegar.
Recorrerá
la casa, subirá hasta la azotea, bajará a la cocina
y
husmeará entre mi ropa y mis zapatos. No me hallará.
Luego,
sentada en el salón junto al ventanal que da a la tarde,
esperará
paciente mi llegada. Pero no iré.
No
podré ir a su encuentro, porque hace ya mucho que no vivo en esa
casa.
pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla
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