miércoles, 17 de septiembre de 2014

Hablamos del amor oscuro

Hablamos del amor oscuro,
tenía el pasado en las manos.
En los ojos el aire de la Alameda
traía el recuerdo de la carne,
de los hombres en la esquina.
A veces, apuestos,
otras veces (las más) hombres desheredados
de sí mismos, deseo primario y oscuro.
Me lo cuenta hoy, como tantas veces.

Te tiembla el pulso, querida,
“La morfina hace tiempo levantó el aire
y corriendo por mis venas va conmigo
en esta celebración de la muerte”.

Háblame del amor oscuro, dime:
“Yo era bonita, la más del barrio”
Lo sé, no necesito fotos.
“Yo era guapa, y todavía conservo, tú lo sabes...”
Lo sé, te veo, querida. Estoy aquí
preparando la dosis.
“Se amontonaban a mi puerta,
yo era la más guapa. Conocía el deseo espeso
de los hombres, por eso acudían a mi casa”.

En la Alameda, la tarde trae un aire nuevo,
ella no lo sabe. Fue hermosa,
y quizá en algún momento también la quise.

“En aquel infierno, tú fuiste mi luz,
y mi verdugo”.
No, querida, yo te quería.
“En aquel infierno, a ti te amé
con todos los hombres que fueron a casa,
todos tenían tu nombre”.
Lo sé, querida, aquí está tu dosis. Descansa.


Nos conocimos en la Alameda
Sevilla, marzo de 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario