miércoles, 17 de septiembre de 2014

Bailemos

Bailemos así juntos, que pueda sentir
tu aliento; juntos, que no quepa el aire entre nosotros.
Bailemos toda la tarde, marcando los pasos
sobre un fuego que incendiará la noche.
A ritmo lento, más lento si cabe,
bailemos despacio con esta música
que sólo nosotros podemos oir.
Solo nosotros, tú y esto que queda de mí,
que no es más que deseo a punto de ebullición.
Bailemos esta tarde, que la noche pide
aromas de cuerpos que se buscan.
Somos tú y esta impaciencia que me sacude
bailando sobre ascuas. Y las horas pasan
mientras mis brazos rodean un sueño,
y se parece tanto a ti que le he puesto tu cara,
y tu voz, y tu piel...Y me encuentro prisionero
entre tus brazos mientras guías mis pasos,
con pura magia, hacia otra música;
me llevas ahora a otra danza, y son las manos
las que bailan, y la piel se estremece.
Y se agita la carne, y tiemblan los músculos
orgullosos y obedientes al ritmo del deseo.
Se agita la sangre y la voluntad palidece,
mi cerebro hace rato que dejó de funcionar
y todo mi ser ha sido sustituido por la urgencia....
‘Bailemos’,  dicen tus ojos, ‘aún hay tiempo’.
Sin pensarlo, ajusto la  prisa de este dolor que se agita en el aire,
hasta que un ligero temblor en tu mirada
me anuncia que ¡ya se acaba el baile...!

pepegarciaresille@gmail.com
Más maera, son otros tiempos
Sevilla, 14 de agosto de 2014

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