martes, 16 de septiembre de 2014

Tendría hoy el cielo


Tendría hoy el cielo un color diferente
si no estuvieran tus ojos tan cerrados de ayer, de tiempo consumido.
Ni podrías volar tampoco
sobre tus recuerdos, porque ya ni siquiera tienes memoria.

Es ahora, cuando vuelvo a tus orígenes,
cuando resuelves tu pereza con un gesto descuidado.
Y castigas mi impaciencia con desdén calculado.

Sufro tu cólera paciente,
porque sé que este estallido sólo dura un instante
antes de perderse en el abrazo que me regalas.

Tiempos conocidos
Sevilla, 16 de agosto de 2013

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