miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mi deuda contigo

Mi deuda contigo
Tienes aquí en esta herida viva
el sitio perfecto para este rencor que te malvive.
No preguntes, sólo ven, tráelo con tus manos
y deja caer ese dolor que te destruye
en este surco de sangre. Aquí,
en esta hondura que separa mi carne de tu deseo,
aquí, entierra aquí este dolor tuyo
que ha venido a visitarme hoy – tanto tiempo después.
No es gratuito, lo sé, hoy pago un precio altísimo
pero que tú mereces. Aquí está mi alma,
abierta de un tajo para saldar
esta deuda que tengo contigo.
Pero no me preguntes, no hables,
ni sonrías siquiera. Quede aquí tu rencor,
morirá en mi carne, no vivirá en mi memoria.
Ven, en silencio, no me cuentes por qué
tus ojos me buscan y tus pasos me siguen.
Ven, no hables, ya sé la causa de esta urgencia tuya,
amanecida hoy y criada desde hace años...
Ven, ven, mira es aquí, ¿lo ves?
Aquí cabe tanto dolor como el tuyo
y aún así mañana podría salir a buscarte
con la mirada puesta en tus ojos,
en estos ojos que hoy me niegan.
Ven, en esta herida viva
está el sitio perfecto para ese rencor que te malvive.
Ven, aunque tus ojos me nieguen
tú sabes que mi deuda ya estaba saldada.
pepegarciaresille@gmail.com
Tiempos nuevos
Sevilla, 16 de junio de 2014

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