Si
dijera ‘te quiero’, estaría mintiendo;
¡¿cómo
podría yo decir con palabras lo que todo mi cuerpo vive seguro, pero
confuso...?!
Tendrían
que hablar mis pies, mis ojos, mis orejas;
tendrían
que unir sus voces mis tripas y mi espalda,
mi
corazón y mi boca;
habría
que recoger la voz de mis pulmones
y
también la voz oscura de este sexo que te llama...Tendría que unir
todas
estas voces y, en un sólo grito,
poder
decir entonces ‘te quiero’.
Sólo
así no mentiría, cuando la más tímida de mis células hubiera
dicho su última palabra,
todas
esas voces microscópicas se unirían para formar sólo dos palabras,
que
mi torpe conciencia traduciría al mismo lenguaje que tú conoces.
Obedeciendo,
yo -pobre ser mudo- me acercaría a tu oído
para
hacerte llegar este mensaje que te envía todo mi ser en pleno.
Portavoz
de mí mismo, mensajero solo,
dejaría
caer junto a tu oído la voz única de un hombre que te quiere
y
te lo dice -aunque a ti te suene a mentira.
poemas
rescatados
Sevilla,
19 de agosto de 2002
***
palabras que brotan, y se van juntando; separadas no significan nada; pero al unirlas; descubren, y atan; aferrándose a un amor. . .?
ResponderEliminar