Sabe a tiempo este día que me ofreces
a manos llenas,
hoy que mi única urgencia es
despertar,
salir de esta pesadilla que asoma por
encima del tiempo,
de este tiempo de alacena, rancio y
perdido,
ese es mi dolor que no comparto
contigo. Sería indecente
desatar ahora la memoria. Podrían
salir a la luz
fechas y lugares, desencuentros como
cuchillos,
besos falsos y abrazos de compromiso.
Me retienes a tu lado sólo con tu voz,
tu deseo de someter al mundo es una
potente orden
que debo escuchar...Me llamas a un
mundo tuyo
donde no encuentro dulzura ni calor
tampoco.
Me resisto, busco excusas para no ir
contigo,
pero es inútil: –ya me tienes en el
umbral de tu deseo,
y agacho la razón con perro sin dueño,
me entrego a tu capricho aun sabiendo
que este collar que ahora me pones
acabará ahogándome algún día...
Sevilla, 10 de enero de 2014
En los tiempos del dolor
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