En manos del tiempo

No me dejes en manos del tiempo
que tanta herida ya no tiene cura. Espérame,
espéreme un poco más,
que pronto saldaré mi deuda con el pasado
y quedaré libre para amar y ser amado.
Te necesito, claro que sí. Y te espero,
sería extraño el resto de mi vida sin tu compañía.
Te espero, claro que sí. Y te ofrezco
poca cosa, es cierto. Pero es el amor que me queda,
no hay más, mi corazón no tiene más.


pepegarciaresille@gmail.com
Sevilla, 11 de julio de 2014