Habitaba la noche encendida apagando
como ascuas: rostros, fechas, lugares.
Cuerpos amados sin tregua
aparecían ya desfigurados, pura nada.
Labios como los nuestros
vuelven ahora como duros reproches,
no puedo besarte,
no llegamos al abrazo,
no alcanzo tu piel ni rozo tu deseo.
Habito esta soledad concreta,
hecha con todo lo que era tuyo
y ya no tengo.
poemas rescatados
Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario