lunes, 22 de septiembre de 2014

Mi llanto último

Sería éste mi llanto más sereto si yo supiera
volverme agua y correr, pena abajo,
como una lágrima inmensa y pesada.

Sería éste mi llanto más sincero y auténtico,
si pudiera hacerme sangre y herida de sueños.
Sería éste mi lamento último,
mi soledad arrinconada o mi grito callado,
si no tuviera otros olvidos que lo oyeran.
No quiero testigos, ni voces, ni amigos,
ni consejos, ni manos extendidas.
No  quiero ya tu voz, compañera, ni tu deseo
hecho noche interminable.
No quiero nada, ni a nadie,
sólo espacio y silencio, espacio y frio,
espacio y luz donde vomitar mi cobardía.
Sólo así sería mi más secreto lamento,
el más triste y visceral,
el más intenso y vivo.
Sólo así, sin nadie, sin nadie a mi lado,
me quedaría para siempre colgado
en el último grito del ser que se hunde
hasta tocar el fondo,
para luego renacer distinto, nuevo,
triunfante y contento, junto a esas gentes,
junto a esas voces, mujeres y amigos,
pero ya distinto, ya otro, ya libre.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados.
Sevilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario