jueves, 12 de marzo de 2015

Tendría hoy el cielo

Tendría hoy el cielo un color diferente
si no estuvieran tus ojos tan cerrados de ayer,
de tiempo consumido.
Ni podrías volar tampoco
sobre tus recuerdos, porque ya
ni siquiera tienes memoria.

Y ahora, cuando vuelvo a tus orígenes,
resuelves tu pereza con un gesto descuidado.
Y castigas mi impaciencia con desdén calculado.

Sufro tu cólera paciente,
porque sé que este estallido sólo dura un instante
antes de perderme en el abrazo que me regalas.
Y mi abrazo te rodea de nostalgia,
mis besos llenan el vacío cotidiano
que ahora pones en mis manos...

Si no estuvieran tus ojos tan ausentes,
tan pendientes de ayer,
podría yo entregarme ahora
al deseo último que estoy leyendo en tu boca.
Agotaría mi tiempo enredado
entre la perfecta calma de tu sonrisa
y el hastío profundo de mi corazón.


Pepe García Resille
Tiempos nuevos
Sevilla, marzo 2015

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