Pero volvió ayer, venía de otro
tiempo,
radiante, ataviada como la tarde.
Sonreía desde un compromiso antiguo
como un regalo siempre fresco y limpio,
y la recibieron mis brazos abiertos
como la luz.
foto: ARG |
Contaban los dias su rutina,
la tarde llegaba con un viejo deseo
entre la manos, éste que ahora te
entrego.
Vive en mi desde siempre,
es parte de mi ser como lo es el aire
y llega a tu encuentro pleno de fuerza.
Aquí lo tienes, sé que no te va a
gustar,
te lo entrego porque nace en mi corazón
y quiere vivir en el tuyo.
Su compromiso antiguo es ahora una
atalaya
altísima como el pasado de donde viene
radiante, ataviada como esta tarde de
otoño,
y mis brazos quieren recibirla abiertos
como la luz.
“Cuenta tus dias, tus rutinas,
pero no subas aquí con tu viejo deseo;
un aire tan limpio lo haria imposible”.
Pepe Garcia Resille
Sevilla, 18 de marzo de 2015
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