domingo, 18 de enero de 2015

Ya no vive aqui

“Ya no vive aquí” – entro en casa a pesar del aviso,
la lluvia se apresura sobre mi,
sobre la ciudad entera, que se refugia en si misma.
Yo busco asilo en casa, huyendo de hospitales
y de la violencia de la noche.
Encuentro mi calendario esparcido en el suelo,
víctima de tempestades y de olvidos no previstos.
La casa respira en paz, una ventana abierta
dejó paso al agua y al frio, y a tu ausencia.
Tu aviso sobre la puerta
es un mensaje directo a este corazón que te esperaba.
Volvía a casa, no esperaba una luz en la ventana,
pensaba encender la chimenea y secar mis huesos,
cansados y débiles. El fuego encendía la habitación,
reconfortaba mi cansancio y extendía la memoria
de otros inviernos, de otras luces.
Vivo la paz de quien no necesita nada,
te recuerdo pero no te necesito,
te buscaría pero no saldré a tu encuentro.
Descubro el calor del hogar,
mientras las calles corren hacia la noche
y los deseos vuelan sobre los recuerdos.
Vuelvo a casa, donde el dolor es ya conocido,
como el aire oscuro y espeso de esta habitación
donde ahora te escribo.
“Ya no vive aquí”, dice el anuncio sobre la puerta
y es cierto, es tu mensaje para quien me busque.
Ya no vivo en ninguna parte, salvo en ti,
en la memoria que quieras regalarme.


Pepe García Resille
tiempos nuevos.
Sevilla, 18 de enero de 2015

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