miércoles, 14 de enero de 2015

Isaac

Soy tu hijo Isaac, padre,
sé a dónde me llevas. Detente un momento.
No alargues mi agonía.
Aquí tienes mi corazón: yo mismo
lo arranqué de mi pecho. ¡Míralo!

Palpitante, sangrante,
moribundo pero valiente. ¡¡Míralo!!
Pero, ¡¡míralo de frente!!, es lo mejor que tengo.
Mi corazón no cabe en tu pensamiento,
sus latidos están llegando a los confines del mundo,
más allá de tu tienda y de tu clan,
más allá de tu fe...Mi corazón es superior,
no teme, palpita,
no está seco como el tuyo.
Agnus Dei, Francisco de Zurabarán
¡¡Míralo, padre!! ¡¡Es esto lo que querías!!
Sobre tu altar me abrirías el pecho tú, padre mio,
tú en nombre del Silencio Eterno.

¡Míralo, padre, es mi corazón!
Es ya pasto de los pájaros, de la arena,

¡Míralo, padre, mira como sube por el aire
convertido en pura nada!
Aquí tienes mi corazón,
vale más que el de un borrego.


Pepe García Resille
tiempos nuevos
Sevilla, 14 de enero de 2015

5 comentarios:

  1. Excelente, Pepe. Me ha gustado mucho. Yo he empezado una especie de poema o canto al estilo creacionista, que espero que sea largo, y esta manera de versar me recuerda mucho a ese estilo. Es de lo mejor (en mi humilde opinión) que te he leído. Toda mi admiración.

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    1. Gracias, maestro, tus comentarios siempre son bienvenidos y aplaudidos por mi...

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  2. Tiene tanto sentimiento y emociones. Muy bien versado. Desgarrador... Grande Pepe. Abrazos hermano

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  3. Buenísimo poema tanto en fondo como en forma. Cada día te superas, querido Pepe. Gracias por ofrecernos tu corazón junto a tus letras, sí que vale, sí, sí que valen los dos. Besos y comparto, mi muy querido amigo. Feliz finde!!!

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