Creí ver un espejismo delirante
Palpitando en el fondo de tus ojos. Y era la noche,
Oscura y difícil, brillando como un deseo.
Tal vez, un sueño intermitente
Se asomaba a tu sonrisa con insistencia.
Una impaciencia de siglos parecía congelar tu mirada
Mientras yo seguía mirándote el alma
Por si descubría, en tus manos o en tu piel, una duda,
Un gesto inquietante que anunciara tu rendición.
Comprendí lo mucho que ocultaban tu mirada abierta
Y la franqueza de tus labios cerrados.
Pepe Garcia Resille
poemas rescatados
Sevilla, 1 de mayo de 2015
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