CANTO X
En la espera incansable acaban,
como en esta noche de agosto,
todas luces y esperanzas que habia
puesto a tu paso.
Como disimuladas trampas tendía
pequeñas maldades y engaños
para que peligrara tu caminar
-y tus pasos te llevaran hasta mí.
Ligera, alta, tú no pisabas la tierra,
no era lugar para tí. Tú misma
me había corregido antes: “No me
busques”
Mas ¿qué podía yo hacer?
foto: ARG |
Un corazón atolondrado no piensa,
no puede aceptar semejante orden...
Te buscaba, claro que sí;
sabía de tí, te había construido con
mi imaginación
y este sexo, que ahora te reclama,
-muere de angustia
-en la noche más triste.
“No me busques”, decías,
dejando caer muertas luces y
esperanzas.
Te busco, claro que sí, ¿acaso
puedo dejar de respirar? ¿Podría
volver a verte y no morir?
Pepe García Resille
Diario del Hospital
Triana, 17 de agosto de 2015.
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