sábado, 1 de agosto de 2015

Mi corazón anda suelto

foto: JGR
Mi corazón anda suelto,
vaga por la calle con un platillo en la mano,
y la mirada puesta no sabe dónde...
Recoge monedas. No las pide.
Da pena verlo, ¡con lo grande que fue,
y cómo me lo encuentro ahora...!
Apenas habla, pero sonríe sin esfuerzo,
y camina, camina entre la gente,
seres extraños, extraviados como él.
Me está buscando. Lo sé porque yo mismo
persigo pasos rápidos en esta noche sin alma.
Lo sé porque mi pecho está vacío
y si no lo encuentro se llenará de la infamia
que deambula en las esquinas de la noche.
Me está buscando, lo sé,
y lo siento cerca porque puedo oir su latido,
su pulso firme aunque ya lento.
Nos hemos encontrado a la puerta del bar,
donde tantas veces se rindió al susurro dulce
y a las caricias fugaces.
Aquí mismo, en este naufragio de neón,
hemos sucumbido a la mirada esquiva,
al pulso de unos ojos vidriosos;
nos entregamos sin pausa a un dolor
que habíamos confundido con la carne y los besos.
Aquí estamos, me sonríe como quien vuelve derrotado,
pero yo le recuerdo que está en su casa,
en este pecho que tan poco caso le ha hecho hasta ahora.
No me lo reprocha, pero sé que le gustaría
vivir de otra manera, por eso se aleja de mi
de vez en cuando, para recuperar la cordura...
pepegarciaresille@gmail.com
En los tiempos de la esperanza
Sevilla, 31 de julio de 2014

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