domingo, 14 de septiembre de 2014

A ti, que pides en la calle

A ti, que pides en la calle

A ti, que pides en la calle,
que acallas el hambre con el sueño
y los sueños con más sueños;
a tí, mi poema ni te quita el hambre
ni te quita el sueño.
De todas formas, es para tí;
quizá no llegues a leerlo,
quizá ni sabes leer -otro dolor más-,
pero yo quiero escribirte este poema.
Sentado como estoy en mi cómo rincón,
te escribo sabiendo que yo también soy culpable;
soy culpable de que no sepas leer,
de que pases hambre,
de que tus hijos no vayan a la escuela...

Lo sé, soy culpable, y te lo digo con dolor,
y sigo sentado en este lado de la vida
donde todos sabemos leer, soñar y quejarnos
porque no tenemos tanto como qusiéramos...


Eran otros tiempos
Sevilla

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