lunes, 15 de septiembre de 2014

Escapada

Siento que mi corazón prepara una escapada,
puede ser esta noche,
y me dejará indefenso ante el ataque de tus ojos,
de tus manos, de esos labios que me apuran
y beben en mi carne hasta el último de mis deseos.
No quiere estar aquí, no quiere verte,
alega el daño que le has hecho
y dice que su herida sigue abierta.
Tu presencia le duele.
Y estoy indefenso ante el ataque de tu deseo.
Tu presencia me duele, es una herida que no cierra
porque caricias tuyas –que deberían a curarme--
me queman el alma. y este cuerpo que te espera
y te desea es ya casi una llama,
y se apagará pronto si tú no lo remedias.


tiempos de esperanza
Sevilla, mayo de 2014

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